Sin las abejas, perderemos los alimentos que amamos

Esta es una transcripción del video.

Rebecca Riley, abogada sénior, NRDC: Estamos en una verdadera crisis relacionada con las abejas.

Cada año, colapsa un tercio de nuestras colonias de abejas melíferas. Las 4000 especies de abejas nativas de los Estados Unidos sufren la misma amenaza que enfrentan las abejas melíferas. Estas son especies como los abejorros, las abejas carpinteras y otras abejas especializadas.

Las abejas son una parte crítica de nuestro sistema alimentario. Uno de cada tres de los alimentos que comemos todos los días, cada semana, depende de la polinización de las abejas. Esto es una gran gama de alimentos, desde las frutas y las nueces, hasta los vegetales. Alimentos como las almendras dependen mucho de las abejas. También los tomates, las calabazas y los arándanos.

Y no es solo las plantas. Los animales pequeños y las aves dependen de las frutas y las semillas que se producen en la naturaleza. Y esas frutas y semillas dependen de la polinización de las abejas.

Pensamos que el desplome en la población de las abejas es causado por varios factores, como los pesticidas, la pérdida de hábitat y las enfermedades. Esos tres factores trabajan juntos.

Los neonicotinoides son una amenaza para las abejas. Se les conoce como pesticidas sistémicos. Esto significa que está en el polen, está en el néctar, está en las hojas, por lo que la planta misma se vuelve el pesticida.

Se pueden imaginar por qué es un problema para las abejas, porque las abejas visitan las plantas, toman los neonicotinoides y los traen de vuelta a las colmenas.

Una de las cosas más importantes que debemos hacer es regular adecuadamente los neonicotinoides. La UE prohibió el uso de los neonicotinoides más comunes en Europa. Vemos que Canadá está actuando para reducir los neonicotinoides. Eso no lo hemos hecho en los Estados Unidos. Hemos permitido que se usen de forma excesiva en todo el país.

La Agencia de Protección Ambiental debe hacer su trabajo. Los estados han empezado a restringir los neonicotinoides para verificar que no se usen demasiado en los campos de golf, los parques y en nuestros patios traseros. Ese es un paso muy importante.

Si seguimos ignorando este problema, perderemos las especies de abejas de los Estados Unidos.